Hola Compañeros:
He decidido iniciar mi participación en este apartado, comentando cómo he iniciado mi trayectoria docente, pues considero que es necesario para poder contextualizar mi filosofía respecto a mi quehacer en el aula.
Después de egresar del nivel superior, mis expectativas laborares distaban mucho de dedicarme a la labor educativa, al grado de rechazar al inicio integrarme a la planta docente de algunas instituciones escolares, mi intención era incorporarme a la iniciativa privada, cuestión que no era nada fácil en esta ciudad, sin embargo por circunstancias personales y la escasez de oportunidades del tipo que pretendía, poco a poco me fui introduciendo en este campo laboral casi de manera involuntaria.
Sin embargo, la convivencia con los jóvenes, el logro de metas y las satisfacciones que nos brinda esta labor, me comprometieron poco a poco a inmiscuirme más en la actividad docente, que orgullosamente desempeño hoy en día, ciertamente al inicio copiando o retomando roles de mis profesores estrictos que exigían buenas calificaciones pero gradualmente entiendo mi rol de forma más humanizada, que coincidió con los cambios medulares del nivel medio superior, lo cual me permitió circunstancialmente formarme en este nuevo modelo y desechar casi en su totalidad los vicios que como estudiante quería repetir como docente.
Otro factor importante, ha sido la experiencia que he obtenido al pasar por diferentes niveles educativos así como diferentes planteles de este nivel pertenecientes al sistema, situación que me ha convencido que también es necesario contextualizar nuestro quehacer docente de acuerdo al nivel socio-cultural en que laboramos.
Todas estas circunstancias me permiten hoy en día percibir mi tarea docente como una actividad primordial en la vida de los jóvenes que, como lo menciona Araceli, toman ejemplo no tanto del grado de conocimientos o de habilidades que logremos desarrollar en ellos, sino como aquellas personas que en una etapa tan importante como lo es la adolescencia, sirvieron de base al desarrollo de su personalidad como estudiantes y hasta como miembros de la sociedad.
Hoy en día, mi acción frente al grupo consiste en tratar de ser un facilitador. En base a la planeación que hago al inicio del semestre elaborando mis secuencias formativas y didácticas, les comento sobre los objetivos (competencias) que pretende cierto tema, las actividades a desarrollar, criterios de evaluación y siendo las asignaturas que imparto del módulo profesional, prefiero invertir poco tiempo en el aspecto teórico y dar más valor al aspecto práctico de la materia a través del planteamiento de problemas y/o ejercicios así como el desarrollo de proyectos (productos) que preferentemente tengan aplicaciones cotidianas.
En referencia al aspecto afectivo, me gusta participar como tutor académico y desarrollar dinámicas que me permitan conocer a mis alumn@s, procurando crear un ambiente cordial, de confianza y respeto mutuo que permanezca aún cuando egresan, lo cual produce en mí una sensación gratificante cuando me manifiestan que algún conocimiento y/o consejo que en su tiempo les otorgué, ha dado frutos en su vida.
Después de egresar del nivel superior, mis expectativas laborares distaban mucho de dedicarme a la labor educativa, al grado de rechazar al inicio integrarme a la planta docente de algunas instituciones escolares, mi intención era incorporarme a la iniciativa privada, cuestión que no era nada fácil en esta ciudad, sin embargo por circunstancias personales y la escasez de oportunidades del tipo que pretendía, poco a poco me fui introduciendo en este campo laboral casi de manera involuntaria.
Sin embargo, la convivencia con los jóvenes, el logro de metas y las satisfacciones que nos brinda esta labor, me comprometieron poco a poco a inmiscuirme más en la actividad docente, que orgullosamente desempeño hoy en día, ciertamente al inicio copiando o retomando roles de mis profesores estrictos que exigían buenas calificaciones pero gradualmente entiendo mi rol de forma más humanizada, que coincidió con los cambios medulares del nivel medio superior, lo cual me permitió circunstancialmente formarme en este nuevo modelo y desechar casi en su totalidad los vicios que como estudiante quería repetir como docente.
Otro factor importante, ha sido la experiencia que he obtenido al pasar por diferentes niveles educativos así como diferentes planteles de este nivel pertenecientes al sistema, situación que me ha convencido que también es necesario contextualizar nuestro quehacer docente de acuerdo al nivel socio-cultural en que laboramos.
Todas estas circunstancias me permiten hoy en día percibir mi tarea docente como una actividad primordial en la vida de los jóvenes que, como lo menciona Araceli, toman ejemplo no tanto del grado de conocimientos o de habilidades que logremos desarrollar en ellos, sino como aquellas personas que en una etapa tan importante como lo es la adolescencia, sirvieron de base al desarrollo de su personalidad como estudiantes y hasta como miembros de la sociedad.
Hoy en día, mi acción frente al grupo consiste en tratar de ser un facilitador. En base a la planeación que hago al inicio del semestre elaborando mis secuencias formativas y didácticas, les comento sobre los objetivos (competencias) que pretende cierto tema, las actividades a desarrollar, criterios de evaluación y siendo las asignaturas que imparto del módulo profesional, prefiero invertir poco tiempo en el aspecto teórico y dar más valor al aspecto práctico de la materia a través del planteamiento de problemas y/o ejercicios así como el desarrollo de proyectos (productos) que preferentemente tengan aplicaciones cotidianas.
En referencia al aspecto afectivo, me gusta participar como tutor académico y desarrollar dinámicas que me permitan conocer a mis alumn@s, procurando crear un ambiente cordial, de confianza y respeto mutuo que permanezca aún cuando egresan, lo cual produce en mí una sensación gratificante cuando me manifiestan que algún conocimiento y/o consejo que en su tiempo les otorgué, ha dado frutos en su vida.
... esta es mi aventura de ser docente
Erika E. Hernández Carranza
Felicidades por tu blog, se ve una preocupación por mejorar tu labor docente. de conocer al alumno, su contexto que desgraciadamente muchos olvidan y es de suma importancia. de ser un facilitador y mediador del proceso enseñanza aprendizaje. espero que continues con esa motivacion y crecimiento que te caracteriza.
ResponderEliminarhola profa!
ResponderEliminarbueno pues me parece súper intersante el contenido de su blog, pero me parece aún más interesante el cómo se preocupa usted por nosotros los estudiantes, ya que no nos ve como simplemente unos alumnos, sino que trata más bien de ser una amiga (no saliéndose de su papel de docente) y eso para mí es algo muy importante porque así nos da mucha más confianza y creo que es mucho más fácil para usted como docente y para nosotros como alumnos el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Bueno pues espero que siempre siga siendo una excelente profesora como lo ha hecho hasta este momento y le reitero que en mí no sólo tendrá una alumna, sino más bien a una amiga con la que puede contar para todo lo que se le ofrezca hoy y siempre!
saludos
g@by!!!