domingo, 8 de febrero de 2009

La mediación pedagógica

Si bien “la comunicación en el salón de clases se define como un conjunto de los procesos de intercambio de comunicación entre el profesor y el alumno y entre los compañeros entre sí, con el fin de llevar a cabo dos objetivos: la relación personal y el proceso de enseñanza-aprendizaje”, los nuevos tiempos nos demandan capacitarnos y ser competentes en estos procesos que en lo personal, poca importancia significaban.
La educación de hoy nos exige tener mejores relaciones de comunicación con nuestro alumnado, pero el primer paso para comunicarnos con ellos es precisamente escuchar realmente lo que dicen y para que esto se dé, se requiere prestar atención, estar receptivo y sensible a captar los pensamiento e ideas del estudiante y lograr que éste haga lo mismo en reciprocidad con el maestro, lo cual demanda actitudes y formas de expresión en el sentido de convivir y entenderse, lo cual nos habla de una “competencia” personal que como docentes requerimos pues el ámbito emocional recobra un sentido importante en la labor educativa de estos tiempos.
Igualmente es necesario que consideremos los períodos de interiorización por los que debemos atravesar sin que esto represente un desánimo por nuestra parte pues recordemos que precisamente estamos viviendo una reforma educativa que conlleva constantes estados de crisis que precisamos analizar y superar.
Asimismo, el proceso de mediación pedagógica implica que los maestros seamos capaces de explotar las potencialidades de los alumnos cuestión que ha de considerarse al aplicar herramientas de mediación acordes con la complejidad y pluralidad de los grupos y las inteligencias de los estudiantes y aquí se me antoja igualmente importante convertirnos en buenos motivadores.
Finalmente es cierto que el grado de conocimiento sobre nuestros pensamientos y creencias del saber pedagógico se verá reflejado en la tecnología y/o metodología que utilicemos como mediación, pero igualmente trascendente será el entendimiento de nosotros mismos como personas para poder formar personas. Los comportamientos no verbales son clara muestra de nuestra personalidad y aunque quizá no sea oportuna la reflexión en este momento, queda pendiente el saber ¿quiénes deberíamos o no ser docentes? … para mí “el hábito NO hace al monje”
Y como reflexión final me quedo con este material “los maestros asertivos establecen claramente lo que esperan. En este sentido para detectar problemas, actitudes y conductas posibles en los estudiantes le hablan, lo miran a los ojos, se dirigen a ellos por su nombre, quizá le dan muestras corporales de estima, etcétera. La voz del maestro es serena, firme e inspira confianza. No discuten lo justo de las reglas, las negocian, esperan cambios”.

domingo, 1 de febrero de 2009

El aprendizaje y el desarrollo de las competencias

¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?

Rotundamente no. La disposición del sujeto para la apropiación de éste así como el contexto socio-afectivo, influyen de forma determinante en la apropiación de conocimientos, cada ser humano es diferente y cada quien tiene diferentes metas educativas que lograr.
La concepción de aprendizaje que versa en la mayoría de los educadores, erróneamente se ha enfocado a ver y evaluar el grado o cúmulo de conocimientos que nuestros alumnos son capaces de captar, muchas veces de forma temporal cuando en el aprendizaje implica más que esto.
Como bien se menciona en el trabajo de Xavier Vargas, “El aprendizaje y el desarrollo de las competencias”, la nueva exigencia educativa consiste en desarrollar competencias y hacerlo a partir de aprendizajes significativos y situados en la realidad, de aquí la importancia de aplicar diagnósticos socio-educativos que nos permitan aterrizar la planeación pedagógica acorde a ésta.
Sabemos que al aprender, “el ser humano se transforma”, y esto es claro bajo cualquier contexto puesto que día a día las personas se apropian de conocimientos que posteriormente integramos a nuestro bagaje intelectual es decir, construimos continua y permanentemente conocimientos a partir de experiencias desde las más cotidianas hasta aquellas que nos exigen la aplicación de esquemas cognitivos complejos.
Así pues, llegamos a lo que muchos autores denominan “aprendizaje significativo” que si bien puede ser todo aquel que se adquiere de forma temporal o efímera, viene a significar un reacomodo en las estructuras cognitivas del individuo, luego entonces adquiere una significación, sin embargo dichos aprendizajes no pueden ser siempre significativos pues habrá que definir condiciones para que así sean como lo menciona Ausubel, de lo contrario cabría inicialmente el razonamiento de estarnos saturando de aprendizajes que no necesariamente sean representativos para satisfacer las necesidades de cada individuo.
Otro aspecto importante a considerar dentro de este contexto de los aprendizajes es ubicar los contenidos dentro de aquellas realidades que permiten la acción y a través de las cuales se pretende desarrollar unas determinadas competencias, lo que se ha denominado “aprendizaje situado”. Se trata de considerar: “1) el interés del estudiante por aprender algo; y 2) las posibilidades reales que tal estudiante tiene para acometer con éxito la tarea de construir un determinado conocimiento”.
Si bien es cierto que los aprendizajes de facto podrían ser inicialmente todos significativos, el situarlos dentro del interés del estudiante garantiza que sí lo sean, de ahí que reconsideremos el hecho de descartar aquellos que no cumplan ciertas “condiciones” o “atributos” para considerarlos de esta forma.
Ahora bien, dentro del contexto de la RIEMS, los aprendizajes representan un factor determinante para la adquisición de competencias, llámense genéricas o disciplinares, las cuales podemos interpretarlas como las capacidades para movilizar saberes “en un contexto determinado, en la acción y con éxito, para satisfacer necesidades, atender situaciones, resolver problemas, tomar decisiones y/o lograr objetivos” de ahí que se desprenda que "una competencia se reconoce al relacionar de manera adecuada los conocimientos previos con un problema” es decir, las pretensiones de nuestra labor docente deberán enfocarse en propiciar situaciones que contribuyan a la adquisición de competencias, pero para lograrlo debemos considerar múltiples factores que nos permitan alcanzar este fin.
La integridad y complejidad del ser humano nos conduce pues, a reflexionar que los aspectos emocionales e intelectuales deberán formar parte de los esquemas educativos que operemos, ya que ambos se hallan comprometidos con toda adaptación humana.
De ahí que consideremos enfoques psico-pedagógicos en relación a la tendencia constructivista como la propuesta de Piaget en donde hablamos de conceptos fundamentales en la apropiación del conocimiento: la asimilación y la acomodación de los mismos o la zona de desarrollo próximo de Vigostky.
Finalmente el reto de escoger aquellos aprendizajes que resulten significativos así como el situar el aprendizaje, no se resuelve únicamente reduciendo esta noción a la trivialidad de ubicar una situación de aprendizaje en un ámbito concreto de problemas, más bien habrá que considerar aspectos inter-psicológicos e intra-psicológicos que pocas veces sabemos conjugar, de ahí que el desafío será entonces desarrollar esta competencia docente en vías de poder ofrecer estrategias adecuadas para el aprendizaje de nuestros educandos en donde ser considere el propio interés del alumno y la dinámica personal del maestro y del estudiante.
En conclusión el trabajo de Vargas nos hace reconsiderar que la materia prima de los docentes son seres humanos, y que la formación de profesionistas no está al servicio de las profesiones sino que éstas se deben a una sociedad en donde se obligan a encontrar el sentido de humanización del conocimiento.

Concepciones de aprendizaje

No podríamos hablar de un solo enfoque que integre de manera específica el enfoque por competencias que las RIEMS nos propone bajo el nuevo esquema educativo que se pretende operar en el nivel medio superior.
Sin embargo, desde el particular punto de vista, el enfoque socio-constructivista de Vigostky, me parece el más congruente sobre todo porque considera el aprendizaje colaborativo y el aprendizaje situado. El primero, que es una de las características del modelo educativo de la RIEMS y el segundo aspecto porque mi experiencia personal me da pauta a considerar que el contexto es un factor determinante en el aprendizaje de los alumnos.
De acuerdo a los datos consignados en la lectura “aprender significa aprender con otros, recoger también sus puntos de vista”.lo cual implica que la investigación será una herramienta de construcción de conocimiento y este argumento también se considera en el enfoque por competencias.
De igual forma la postura de aprendizaje significativo nos ofrece una propuesta que considera la “funcionalidad de los aprendizajes, que tengan interés, se vean útiles” que considero puede ser una analogía con el “enfoque hacia la resolución de problemas del mundo real que se considera en la RIEMS.